Freetown: sueños de libertad

Freetown es la capital de Sierra Leona y su ciudad más grande.

Es el centro político, económico y cultural del país, además de ser una importante zona portuaria con salida al océano Atlántico.

En Freetown se calcula que viven alrededor de un millón de personas de los siete millones con que cuenta el país.

 

Su nombre, Freetown, significa ciudad libre y tiene detrás una gran historia digna de contar.

 

La ciudad se fundó como Nova Scotia en 1792 por John Clarkson, un abolicionista británico.

En ella, se estableció un asentamiento de esclavos liberados que habían luchado junto a Gran Bretaña en la guerra revolucionaria que mantuvieron con los estadounidenses.

Posteriormente, fueron aquellos primeros colonos los que la renombraron como Freetown en un claro homenaje a su nueva condición de hombres libres.

Poco a poco, y con las crecientes leyes de abolición de la esclavitud por todo el planeta, cientos de esclavos fueron llegando a Freetown.

En 1800 estos se alzan y toman el control de la ciudad, rebelión que fue sofocada por los británicos y que además dio inicio al expansionismo colonial propio de aquella época.

En 1808 la comunidad fue declarada colonia del Imperio Británico, siendo hasta 1874 base de operaciones y capital de las colonias de África occidental.

Debido a la colaboración de miles de esclavos en las guerras Napoleónicas, estos fueron liberados al termino de las mismas.

Atraídos por las historias de Freetown acudieron allí para asentarse, lo cual dio un impulso demográfico extraordinario al país a finales del siglo XVII.

Freetown fue base naval durante la segunda guerra mundial gracias a su situación estratégica privilegiada.

La goleta “amistad”.

Sierra Leona tiene historias de todo tipo, lo que ha dado pie a numerosas películas.

Otra que recordarás sin duda es “Amistad”.

 

Esta película de Steven Spielberg, basada en hechos reales, cuenta como un grupo de africano son raptados en Sierra Leona con destino a las colonias americanas.

 

La acción transcurre a finales del siglo XVII. Concretamente, arranca con el rapto de este grupo de personas en 1839 y transcurre hasta 1941, momento en el cual son liberados de nuevo.

 

La película y la historia real están localizadas en Estados Unidos.

Es en este país donde atracan los protagonistas tras amotinarse en la goleta que los lleva hasta Cuba.

Durante la travesía, narra la película, más de 50 africanos son arrojados por la borda debido a la escasez de provisiones. Igualmente, son tratados de forma cruel, deshumanizada y violenta por parte de la tripulación del barco.

En un momento dado, los africanos se amotinan, matan al capitán y al cocinero, y obligan a dos tripulantes a devolverlos a África.

Estos, discretamente y por la noche, llevan el barco cerca de las costas de Estados Unidos donde son interceptados por los guardacostas.

A partir de ahí, son detenidos y llevados a prisión para, mas tarde, juzgar su situación por un tribunal americano.

Tras dos años de juicio, se consigue demostrar la ilegalidad cometida por los negreros, se les absuelve de todos lo cargos y se les libera.

La película es un alegato a favor de la libertad y los derechos humanos, algo que desgraciadamente aun no se ha conseguido del todo a día de hoy.